miércoles, 14 de diciembre de 2022

Poemas con excusa: poemas aliterativos de animales

 Volvemos una vez más con la sección, y sí, el título del post explica las aportaciones de los participantes por sí mismo: esta vez teníamos que crear versos aliterativos (seleccionando la consonante que cada cual quisiera) para describir o hablar de un animal en concreto (el que cada cual quisiera)



Participan hoy Victor AtikofUn ServidorAragón Mafra y Mora d'Esbarzer por orden de aportación.

El poema de Victor, que no tiene título habla de la foca y se basa en la consonante f . Quien haya seguido sus libros sabrá que "la foquita" es algo así así como una firma o leitmotiv que incluye en muchos de sus libros, dibujada a boli o a ordenador y representando diferentes papeles o escenas. 


El texto básicamente nos habla de "la foquita" haciendo una fotografía con flash, algo tan simple como fresco y animoso para quien esté relacionado con su forma de escribir. 

Feliz eficiencia efectiva
la foca fotógrafa enfoca su foco
perfecta efusión fundida
en filigranas flamígeras
Afán florido
fulgor fotónico
 
El siguiente texto relaciona la figura de la serpiente con la letra s. Esta relación se da en tanto a la forma del animal, que al reptar parece ir describiendo dicha letra, como al sonido que hace con su lengua. Formalmente se trata de una octava dodecasílaba formada cada una de ellas por cuatro pies anfíbracos. En el tema se relaciona la filosofía solipsista con el misterio que encierra el animal como símbolo en la mayoría de las tradiciones.

La serpiente

La suave serpiente silente y sonora

Extiende su aséptica y gris silueta

Sembrada de sueños extraños que afloran

Desde sus escépticas sienes de asceta

Su son sinuoso es de sombra y revés,

Su síntesis es solipsista y secreta:

es saber que no se, mas saber que se es

Mafra por su parte utiliza dos sonidos combinados dentro de un mismo poema aliterativo, la y la j, algo tremendamente acertado, pues ambas consonantes se usan en español para imitar el rugido de los felinos, y más curioso aún resulta que la palabra jaguar contenga a ambos dentro de sí. El texto nos habla de cómo el animal mata sin siquiera ser visto, todo ello en clave de imágenes poéticas constantes que juegan con la lógica de los significados. Entronca con la temática y el acervo precolombino tantas otras veces cultivado por el autor, pues en la civilización maya el jaguar era considerado un psicopompo y sus sumos sacerdotes vestían pieles de jaguar durante los rituales. Otra de las cosas interesantes es que adrede, en ningún momento se nombra al animal en el título, produciendo a través de la elipsis un sentido mucho más intenso sobre aquello que se trata de describir.

La sombra invisible



Surge su giro en un jadeo vago

su rugido silencioso de gota en gota,

su ajada significación del humo en el reflejo.


Garra, colmillo, mágico grito de selva,

el jaguar se esconde en un ojo ingenuo

rasgando por dentro las ganas de mirarlo


estruja la gruta sombra de lo salvaje

que grita lejos adentro el misterio del crujido

la rama grave cuando fragua sus arrojos


y bajo el traje de su noche grávida

con su negra franja fragua su juramento:

ignorar y dar la espalda deja exangüe


desparpajar, alzar la sangre consigue

despejar la sombra de puro juntarla

para tragarla en el juego de los espejos.


Por último, tenemos la aportación por primera vez en el blog de Mora d'Esbarzer, en la cual utiliza la l como consonante para la aliteración y el lobo como animal temático, más concretamente la loba, pues es un matiz que no se debe pasar por alto. Si antes hemos dicho que en jaguar se asocia a la muerte lo mismo ocurre con la loba y el resto de cánidos en muchas culturas. En base a esta asociación se describe y se asocia con la muerte encarnando en sí misma la pérdida de la vida. El poema es autoconclusivo, pues cierra el último verso con la parada de su corazón. Lo interesante de este poema es que sus once versos describen y condensan un único aullido, el último hasta quedar sin aliento con una consonante  escogida muy acertadamente para imitar el aullido, por ser la única consonante sonora, no vibrante ni oclusiva.

A una gubre Luna

lla la vieja loba

Alejada y sola

Tan lánguida ya

Que hasta le es lastre 

su liviana cola

Lentamente llace

Y aún se lame en balde

Hasta el último alivio

Sin aliento y sin luz

Su corazón ya no late

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