lunes, 28 de mayo de 2018

Poemas con excusa V (yapa): Ovillejos encadenados

Sin Cervantes no habría ovillejos
¿Quiere darse corte, señora, señor? ¡Pues póngase a improvisar ovillejos a tontas y a locas! Nosotros lo hacemos, cómo no, envalentonados por el último posteo, en la cola del colectivo, en la sala de espera del dentista y en discusiones en las redes sociales, como se ve más abajo. Y la gente no nos pega (por ahora...).

***

DISPARADOR I: "Esto está buenísimo. Le da sentido a qué hace un mes que llueve y no paramos de filosofar ovillejos sin saberlo!" (Belén Regianni)

          I. Sería algo así (Alejo Steimberg)
¿Qué cosa aburre a la rubia?
¡Pues la lluvia!
¿Con qué sufre Soledad?
¡La humedad!
¿Qué peste se agarró el tío?
¡Un resfrío!
Imposible desafío
escapar cuando te atacan
y entre los tres te machacan
lluvia, humedad y resfrío.
     
          II. O así (Federico Reggiani)
¿Quién viene hoy, no domani?
¡Pues Reggiani!
¿Quien toca el violín tan bien?
¡Es Belén!
¿Quién nunca te deja en banda?
¡Es Amanda!
Aquí la rima me manda
seguir este desafío
para que no pase frío
Reggiani, Belén Amanda. (i)

DISPARADOR II:  "¡Listo, ya estamos para versificar a pedido a la gorra!" (Alejo Steimberg).

          III. En realidad así  (Darío Steimberg)
¿Se pide al que no se borra?
A la gorra.
¿Si te lo dejan servido?
A pedido.
¿A cuánto el muñeco rueda?
Lo que pueda.
Si le pido una moneda
por un arte o por la muerte,
no es más que lo que, con suerte,
la gorra a pedido pueda. 
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(i) El autor toma la forma del "Ovillejo a Celia" de Rubén Darío.

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