La diputada nacional Elisa Carrió, musa puntual |
1.
"Es parte de la interna del PJ",
dice la mustia dama al oído aliado.
Pero su aura de maga ya está rota,
como un viejo tambor que se ha agrietado.
Poco le quedará: ya no es la fiera
que creaba verdades con su boca.
Idos están los tiempos en que era
de pureza moral sólida roca.
Ahora es lo que es, no lo que ha sido.
Ya hace mucho olvidó que recordaba
lo que hoy por vil silencio rauda troca.
Si tuvo honestidad, ya ha fenecido:
cuando otra vez se dé vuelta la taba
no sé de qué color será su toca.
dice la mustia dama al oído aliado.
Pero su aura de maga ya está rota,
como un viejo tambor que se ha agrietado.
Poco le quedará: ya no es la fiera
que creaba verdades con su boca.
Idos están los tiempos en que era
de pureza moral sólida roca.
Ahora es lo que es, no lo que ha sido.
Ya hace mucho olvidó que recordaba
lo que hoy por vil silencio rauda troca.
Si tuvo honestidad, ya ha fenecido:
cuando otra vez se dé vuelta la taba
no sé de qué color será su toca.
2.
"Es parte de la interna del PJ",
dice la profetisa ensimismada,
quienes la escuchan piensan "qué pavada"
pero ella ve la pata de la sota.
"Peronista de niño", en una nota,
en Página, hace años publicada
dice el juez de sí mismo, a la pasada,
el hombre no conoce la derrota.
No le arden al tipo las mejillas
al tomar decisiones por su cuenta
no sigue tan arriba nuestro hilo.
Es ley que las hipótesis sencillas
suelen ser verdaderas: polvorienta
la navaja de Ockam guarda el filo.
dice la profetisa ensimismada,
quienes la escuchan piensan "qué pavada"
pero ella ve la pata de la sota.
"Peronista de niño", en una nota,
en Página, hace años publicada
dice el juez de sí mismo, a la pasada,
el hombre no conoce la derrota.
No le arden al tipo las mejillas
al tomar decisiones por su cuenta
no sigue tan arriba nuestro hilo.
Es ley que las hipótesis sencillas
suelen ser verdaderas: polvorienta
la navaja de Ockam guarda el filo.
Este duelo de sonetos contrapuestos surge de un desafío en La Internacional de Poesía Expatriada que consistía en componer un soneto a partir de un endecasílabo encontrado en la prensa (en este caso tomado del título de esta nota). El autor del soneto 1 es Alejo Steimberg, el del soneto 2 es Federico Reggiani.
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