Ópsel empujó suavemente la puerta con un pseudopodio y acercó el sensor óptico a la hendija: dentro del cubículo, Senanderf tamborileaba con los minitentáculos sobre el sostén de las terminales comunicativas. Entró.
- ¿Cómo va todo?
Senanderf giró el apéndice polisensorial y después el resto del cuerpo para quedar frente a su colega.
- ¡Mal!
- Uy, pobre. Nada de avances en Cebilga, me imagino.
- ¡Nada de avances sería un avance: se las arreglan para ir para atrás!
- Ja.
- ¡Es que no se puede creer! ¡Son unos artistas de la complicación!
- ¿Para tanto?
- ¡Pero sí! Mirá: viste la estatestía vecina de Sespiabojas?
- Ajá.
- Se supone que es el mismo sistema: el Estatesta nombra un informador, que informa y luego un formador que forma el gobierno y yastá, ¿no?
- Ajá.
- Bueno: en Cebilga ya pasaron un informador y un ¡pre-formador! sin éxito. Ahora hay dos “mediadores estatestales”.
- ¡Ja!
- Y otras veces hubo un “explorador estatestal”. Todo muy bueno para los comentadores gráficos alegradores de los cotidianos informacionales, por supuesto.
- Es cierto que es singular. ¿Y entonces? ¿Vas a pedir un traspaso de división temática?
- ¡Ni alterado en mis capacidades mentales! ¡A mí de política interzonal no me saca nadie!
Ópsel fijó un momento su apéndice en dirección al otro blobelio.
- No entiendo. ¿Te volviste incomodófilo?
Senanderf emitió el código de sonido alegre (clave J-A repetida).
- No. Más bien quiero incomodar otros.
[Continuará]
1 comentario:
Disculpas al lectorado anarcofacilonguista por el retraso en publicar. Sucede que estoy escribiendo este relato (en vez de los posts habituales), lo que lleva más tiempo. Aquí va un fragmento, más en próximos posteos.
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