El ave fénix es un ser mitológico que según cuenta la leyenda cuando muere envuelto en sus llamas es capaz de resurgir de sus propias cenizas. ¿Qué es entonces una palabra fénix? Pues una palabra que solo rima de forma consonante con sigo misma, y por tanto, para la que no existen rimas consonantes posibles. Fue Martín de Riquer quien acuñó el término que define este fenómeno, aunque si lo pensamos fríamente, parece algo contradictorio llamar fénix a una palabra cuyo final no puede renacer en otro verso.
Ampliando este concepto según sus consecuencias lógicas podemos pensar en la capacidad de rimado como una propiedad de la palabra en cuestión. Desde este punto de vista, si el hecho de tener cero rimas resulta en una aspecto que define las características formales, ¿no debería ser, por ejemplo, tener una sola rima, otro de los aspectos que definen sus características formales según este parámetro? ¿y no debería ser, tener dos, tres o cuatro rimas en potencia, otra de estas características? De hecho si tenemos en cuenta estos agrupamientos resultaría que todo el léxico de la lengua española podría clasificarse según el número de palabras con las que rima. Desde las palabras fénix, hasta una rima hipotética para la cual habría más posibilidades que con ninguna otra, pudiéndose así mismo, calcular los porcentajes para cada una de ellas.
Desconozco si para la lengua española o alguna otra se ha hecho algún estudio de este tipo, lo que sin duda sería de gran interés para la poética aplicada. Lo curioso de esto es que podemos ir aún más allá. Si aplicamos este método de clasificación de léxico a otras lenguas y comparamos los resultados entre sí, veríamos que algunas de ellas tienen altos porcentajes en los grupos de palabras con una o dos rimas potenciales, mientras que otras tendrían porcentajes más altos en la zona cercana a las palabras con rima potencial máxima. De hecho cada idioma tendría una rima potencial máxima concreta, o incluso varias si el número de dos de ellas coinciden. Según estos parámetros podría definirse la "rimabilidad" de una lengua según su tendencia a acumular más léxico en zonas con más rimas potenciales, aunque, por supuesto los resultados no tienen por qué ser homogéneos y cada lengua, según sus propias particularidades tendría porcentajes más altos en según qué zonas.
Más allá de estas cuestiones ¿Qué puede aportarnos en la creación poética y en las consideraciones métricas el uso de palabras fénix o tener en cuenta las rimas potenciales?
Una de las de las aportaciones tiene que ver con el control mismo de los procesos de rimado y la técnica de este, inconscientemente muchos escritores saben elegir las rimas que aporten más opciones a la hora de establecer consonancias y estas, por supuesto, serían palabras buen número de rimas potenciales. En la otra cara de la moneda tenemos las palabras que los escritores saben que deben evitar, aquellas que por la sonoridad y la experiencia infructuosa acumulada se sienten como difíciles de rimar y que serían aquellas con rimas potenciales muy poco numerosas, hasta llegar a las "inrimables" palabras fénix. Lo curioso es que una tercera vía sería usar rimas difíciles adrede para así obtener la sonoridad atípica que se genera en una pausa versal que no estamos a oír. También sería muy interesante ver qué tipo de poema queda después de pasar, durante el proceso de escritura, por la traba que supone encontrar rimas para estas palabras.
Cabe recordar que las palabras fénix SÍ pueden rimarse de forma asonante, aunque el reto, en ese caso es lo limitado de este tipo de palabras (de eso tratará nuestra próxima consigna)
Por último os dejo la lista de palabras fénix que hemos ido elaborando por iniciativa de David Valeiras, aunque hay muchísimas más de las que estas son solo un ejemplo:
Agrio
Águila
Ántrax
Árbol
Arduo
Aunque
Azufaifo
Biblia
Botox
Bou
Cactus
Cadmio
Cáliz
Camedris
Cáñamo
Carácter
Cárcel
Céfiro
Cénit
Ciclópeo
Cisne
Condor
Cogito
Compra
Cósmico
Cuerpo
Cursi
Décimo/a
Derbi
Designio
Diezmo
Difícil
Dócil
Epíteto
Epítome
Eréctil
Esfinter
Estéril
Exégesis
Fénix
Fértil
Ganglio
Garfio
Ígneo
Imbécil
Impertérrito
Incógnito
Índice
Íntegro
Ínterin
Jínjol
Kéfir
kármico
Mármol
Melifluo/a
Mísero
Nácar (Krahe la rima con Mojácar)
Naipe
Neutro
Níquel
Níspero
Ónix
Pámpano
Párroco
Pelícano
Pelvis
Perenne
Pértiga
Prístino/a
Quepis
Sátiro
Sátrapa
Sepia
Siempre
Tantra
Tenis
Textil
Tiempo
Torpe
Tránsito
Travesti
Tundra
Venus
Vulva
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