Yo pensaba que me gustaban los poemas de ritmo sostenido, cortante. O poemas sincopados. Poemas, en todo caso, que son su ritmo, que son la manera en que se escanden (o se escancian) los versos. Pero. Leí a
Luisa Futoransky. Con sus
poemas que no son música sino explosiones de color. En los que las palabras son estallidos que atraviesan registros, campos semánticos, lenguas ("Foto sepia"). Poemas como una bebida suave, apenas por debajo de la temperatura ambiente, y que quita la sed. Poemas que van de un nosotros ("Foto sepia") a un tú o un vos ("Lik, la de la foto") en un pasaje que se acepta con tranquilidad. Y que van de ese tú a un yo ("Reseña") en el que cuerpo y geografía se mezclan (pero no se confunden). O poemas que sí son ritmo, un ritmo que sólo necesita carecer de mayúsculas para imponerse ("Llanos del sur").
Yo pensaba que me gustaban tales o cuales poemas. Ahora sé que me gustan además los poemas de Luisa Futoransky.
muy bello...
ResponderEliminar¡Gracias!
ResponderEliminarFoto sepia...
ResponderEliminarCuando se me ocurrió armar el blog, tenia esta imagen e la cabecera.
http://elsudacarenegau.files.wordpress.com/2011/06/pantallazo-11.png
No encontrará allí volados de calzones ni burqas, pero si se fija bien verá pieles tersas, derroches y derrotas (y una minita que fue mi abuela) en un carnaval de pueblo en tiempos de... estaba por decir Maricastaña, pero debe ser del cuarenta y algo del Siglo Veinte.
Gracias por compartir. Siempre me impresiona mirar fotos viejas, porgue cuando mirás el pasado, el pasado te mira. Un abrazo.
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