El "amigo personal" de la casa Bob Row (qué corno será un "amigo no personal", digo yo) preguntaba, en los comentarios al último post, refiriéndose a Bélgica y comparando con la opción abandonada en Israel-Palestina del Estado binacional, cómo hacen para convivir en un solo Estado dos comunidades nacionales hostiles. Pero yo creo que la cuestión es "por qué" y "cuándo" (el "cómo" es una consecuencia adaptativa): porque y mientras no les quede otra.
Como contábamos aquí, Bélgica fue el nombre de la provincia romana que abarcaba las tierras donde vivían los belgas, un conjunto de tribus que combatían entre sí y nunca llegaron a unirse completamente contra los Romanos. Y el territorio nunca volvió a estar unido hasta 1830. En ese año estalla una revolución (sostenida por la burguesía, que era francófona) para independizarse de los Países Bajos, y las potencias vecinas se ponen de acuerdo en crear una especie de Estado tapón, como Suiza... sólo que sin la menor frontera geográfica (como para sorprenderse después del apego belga por el surrealismo y el humor absurdo). El país se crea entonces con una fuerte posición dominante de los francófonos sobre los flamencos, mayoritariamente campesinos pobres en ese momento (con la revolución industrial muchos pasarían a ser obreros, pobres por supuesto). El hecho de que los soldados flamencos fueran carne de cañón en la Primera Guerra Mundial (obedecían a oficiales con los que muchas veces no tenían legua en común) aumentó aún más la distancia entre ambas comunidades, y explica en parte la actitud relativamente positiva de parte de la población flamenca frente al ocupante alemán en la Segunda Guerra. Con el paso del tiempo, Bélgica pasó de ser un Estado unitario y con una lengua social a ser un Estado federal con tres lenguas nacionales (francés, neerlandés y alemán) que se hablan en las distintas regiones y una región bilingüe, Bruselas. Los reclamos de la población flamenca (que se fue enriqueciendo, en paralelo con el declive de la Valonia industrial,) fueron evidentemente un importante factor de presión en esta evolución.
La situación actual es extremadamente compleja, y políticamente las tres regiones Flandes, Valonia y Bruselas) muestran realidades muy distintas, como dejó claro el resultado de las últimas elecciones. Efectivamente, el partido independentista NV-A (Nueva Alianza Flamenca) pasó a ser el primer partido flamenco, con casi el 30% de los votos, mientas el Partido Socialista se impuso en Valonia. En Bruselas, por su lado, el MR (Movimiento reformador, liberal) sigue siendo el primer partido, pero debe su buena performance en gran medida al FDF (Federalistas Democráticos Francohablantes), que arrasa en las comunas de la periferia de Bruselas, flamencas pero con inmensa mayoría de población francohablante y todavía incluidas en la misma circunscripción electoral que Bruselas (la no resolución del conflicto por la escisión de esta circunscripción fue la causa de la caída del gobierno de Leterme).
Obedeciendo a estos resultados, el rey nombró como "Informador" (la persona encargada de hablar con los partidosmpolíticos para establecer una mayoría parlamentaria que permita luego formar gobierno, tarea que le cabrá al "Formador") al líder de la NV-A, Bart De Wever. ¡¿Un independentista como Informador?! Claro, para que deba negociar. Y él aceptó porque no es nada tonto (hay consenso en considerar sumamente inteligente a De Wever, que un jugada publicitaria genial participó y ganó en el programa televisivo "De Slimste Mens ter Wereld" ("El hombre más inteligente del mundo"). Lo más probable es que el puesto de Primer Ministro sea ocupado por el prsidente del PS Elio Di Rupo, ya que el socialismo (el PS más su contraparte flamenca, sp.a) es la famlia política más grande (con mas parlamentarios) del país. Como dijimos en el post anterior, que un partido separatista domine Flandes esto implica que el país esté al borde de la división, ya que la cuestión de Bruselas, a la que ninguna de las dos comunidades quiere renunciar, lo impide. La única manera de esto sucediera sería que Flandes hiciera secesión, algo que sólo el partido de extrema derecha Vlaams Belang (Interés Flamenco) querría.
Así las cosas en el pequeño reino, entonces. Habrá que ver como sigue. Los ojos de la comunidad internacional seguirán todo con suma atención; lo que pase en el país donde está la capital de la UE no es moco 'e pavo.
PS: la imagen viene de aquí, y aunque es del 2008 los colores elegidos para definir cada región curiosamente coinciden con los de los partidos triunfadores en cada región en las leecciones del domingo pasado: la NV-A (amarillo), el MR.
FDF = Fédéralistes Démocrates Francophones - (y no 'Flamenco,' pero contra-Flamenco ;)
ResponderEliminar¡Jaaa! ¡Puse "flamenco"! ¡Olivier Mangain me mata! Por supuesto, anónimo, tiene razón. Quise poner el nombre viejo, "Frente Democrático de los Francohablantes", y de tanto hablar de los flamencos me tildé :). ya corrijo.
ResponderEliminar"Que arrasa en las comunas de la periferia de Bruselas, flamencas pero con inmensa mayoría de población flamenca ": ¡Parezco un pitufo, usando la misma palabra para todo! Ya lo corregí también.
ResponderEliminarlo compromiso: "FRamenco"!
ResponderEliminarJaaaaaaaaaaaaaa. Goede idee!
ResponderEliminarHola Comandante
ResponderEliminarUn apuntador por ahí...
Abrazo.
¡Qué críptico, Sujeto! Desarrolle, dele.
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